martes, 1 de febrero de 2011

La democratización twittera

"La fama tiene su precio" que diría el clásico, aunque sin duda el clásico quedaría boquiabierto ante la propagación de las redes sociales que permiten un acercamiento como antes no había existido entre el famoso y el ciudadano de a pie.

Existen dos posibilidades para la starlette de turno que decide que ya es hora de modernizarse tras darse cuenta que hoy los tiempos adelantan que es una barbaridad: decirle a la chacha que cuando termine de planchar escriba algo en la cosa ésa del Twitter o tomar él mismo las riendas del asunto con resultados a veces risibles, a veces estúpidos y otras cercanas a la definición bretoniana del surrealismo.

Y es que la demolición de los mundos imaginarios que el famosete de a pie se construye pensando que su status le da pábulo para opinar de geografía, política o historia sin tener ni puñetera idea de ninguno de esos temas, es rápida y destructiva cual tsunami indonesio, bastan unos minutos para que el esforzado comentario pergeñado con la loable intención de demostrar que "no solo sirven para cantar" se convierta en chufla universal, también llamada trend topic.

La reacción del famosete suele ser furibunda ¿Como se atreven esas pequeñas hormigas, esos seres minúsculos a criticarme, a reírse de mí?. Esos, con lo bien que me porto cuando vienen a pedirme un afoto (sic, malpensados), puessss ahora me voy, ale.

Yo tengo la convicción que este acercamiento famoso-ciudadano anónimo resulta de todo punto higiénico y recomendable, tal vez así alguien se dé cuenta que hablar sin saber a veces tiene sus consecuencias, tal vez obre el pequeño milagro de que alguno de nuestros cachondos famosetes haga el favor de informarse antes de opinar. La vergüenza es buena amigos, créanme, mejor cuanto mas dolorosa, deberían dar gracias a Twitter y no cerrar sus cuentas, hay lecciones vitales que no tienen precio.

6 comentarios:

  1. Coño, algo sobre twitter sin mencionar las palabras holocausto ni Vigalondo. Tiene su mérito, oiga.

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  2. Hombre, es que Vigalondo sí estaba bromeando, así no vale.

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  3. Muy bueno también, Tala. Pero podías ponerte tu nombre real por si te haces famoso y tal. ¿O es tu nombre real? :O

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  4. Buenísimo. Totalmente de acuerdo. Gracias al fenómeno que describes sabemos que Alejandro Sanz es suficientemente cenutrio como para criticar a los internautas por twitter. ¿Se te ocurre una paradoja equiparable?

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  5. Gracias, la verdad es que lo de Sanz es la pera, no solo por lo que dices sino por opinar como algo propio de la política española. Estooo ¿Cuanto tiempo pasa en España?¿dónde tributa? En fin me contengo para no caer en la demagogia ;)

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  6. Anónimo, sí, es mi nombre real. Martin Cuesta Talamasca Irapagorri De Jesús, iba a poner al Blog "El Irapagorri" pero quedaba peor.

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